Daniela Baena Aguirre, chef de profesión, ha trazado un camino innovador en el mundo de la pastelería saludable, buscando combinar su pasión culinaria con un enfoque en la salud y el bienestar. Tras formarse en cocina y pastelería tradicional, Daniela se especializó en técnicas avanzadas y finalizó su Máster en Pastelería de Restaurante y Cocina Dulce en BCC con prácticas en el Celler de Can Roca. Sin embargo, su percepción de los alimentos la llevó a cuestionar el uso de ciertos ingredientes en la pastelería convencional y a embarcarse en una exploración autodidacta de la cocina saludable, un nicho emergente en 2016. Esta búsqueda la inspiró a crear su propia pastelería y escuela de cocina saludable, donde su objetivo es ofrecer alternativas de postres deliciosos y accesibles para quienes tienen restricciones alimenticias.
Daniela define su proyecto como una pastelería "para todos", un lugar donde personas con diferentes necesidades alimentarias pueden disfrutar de postres sin comprometer el sabor o la textura. Para romper los prejuicios asociados a lo "saludable", no usa etiquetas como "sin azúcar" o "sin gluten" en sus productos, sino códigos de colores en su vitrina, haciendo que todos los clientes se sientan bienvenidos. Su enfoque innovador no se limita a eliminar ciertos ingredientes, sino que busca transformar la experiencia en una inclusión real de todos los estilos de vida y necesidades dietéticas.
Para Daniela, uno de los mayores desafíos fue superar los estigmas y la desinformación en torno a la pastelería saludable, que muchos asocian con sabores insípidos y restricciones. Este obstáculo lo enfrentó mediante experimentación y educación, destacando el papel de la ciencia culinaria, que aprendió a fondo en el Basque Culinary Center. Según Daniela, este conocimiento científico le permitió diseñar sustituciones sin comprometer el sabor, ganándose así la confianza de un público cada vez más interesado en opciones conscientes de salud.
La pastelería saludable en Colombia está en auge, y Daniela destaca que, aunque surgieron muchas opciones similares en el mercado, su enfoque inclusivo, adaptado a distintas dietas y presupuestos, ha sido un diferenciador clave. Su escuela también ha ganado popularidad, atrayendo a alumnos de toda Latinoamérica interesados en aprender pastelería saludable y técnica profesional, tanto a nivel presencial como a distancia. Esto, dice, es el reflejo de una tendencia de salud y bienestar que llegó para quedarse, impulsada en parte por la pandemia, que cambió la relación de muchas personas con su alimentación.
Con la vista puesta en el futuro, Daniela espera ampliar el alcance de su escuela, haciendo que sus programas sean completamente digitales para romper fronteras y llegar a más estudiantes alrededor del mundo. También proyecta abrir un segundo local y seguir promoviendo una pastelería inclusiva y saludable, con un enfoque en la educación como motor principal para transformar la alimentación.