Cuéntanos un poco sobre ti

Nací en México y desde muy pequeña me gustó la gastronomía, me la pasaba cocinando tartas y pasteles para mi familia y amigos. Cuando crecí me di cuenta de que algo que había empezado como un hobby podía ser algo que podría rentabilizar, y por eso decidí estudiar Gastronomía y Ciencias de los Alimentos en la Universidad CESSA en México. El grado estuvo muy completo, ya que teníamos tantas clases de cocina prácticas y teóricas, vistas desde un punto culinario y científico, así como una gran parte de administración y gestión, para entender el funcionamiento general de los restaurantes. Cuando acabé la carrera me di cuenta de que, aunque me encantaba la cocina, me decantaba más por la parte administrativa, y empecé a trabajar en Contramar, el icónico Grupo mexicano de Restaurantes. Durante un año aprendí de los mejores sobre cómo opera un restaurante que lleva más de 20 años de trayectoria dando una comida exquisita y un servicio de excelencia. Pero creía que tenía que salir de mi país para encontrar nuevas formas de hacer las cosas y descubrir otras perspectivas.
 

México está a 9000 km de San Sebastián, ¿por qué decidiste venir a formarte a Basque Culinary Center?

Cuando decidí venir a estudiar al Basque no estaba tan lejos, en ese momento estaba trabajando en un restaurante en Berlín como hostess y camarera, y aunque formaba parte importante de la operativa del mismo no podía aspirar a subir de posición sin tener un título que realmente avalara mis conocimientos en administración o gestión de restaurantes. Así que decidí que complementar mis estudios era el siguiente paso que debía de tomar. Alemania no es un país que puede ser reconocido por su bagaje culinario por lo que decidí expandir mi búsqueda al resto de Europa, y cuando encontré el Basque Culinary Center resultó ser el sitio perfecto, por su ubicación, trayectoria y reconocimiento nacional e internacional que lo respaldan.

 

Has vivido en México, Alemania, San Sebastián y ahora resides en Madrid ¿con qué te quedas de cada experiencia?

Un tiempo también viví en Barcelona haciendo unas prácticas en el restaurante Hisop con una estrella Michelín, así que se puede decir que me gusta moverme. Pero lo que me quedo en general de todas las experiencias es que hay que estar abiertos a la incertidumbre inicial que un lugar nuevo puede provocar, que, aunque de un poco de miedo al final las cosas siempre se acomodan. Que cada nuevo sitio que vives te da la posibilidad de entablar nuevas relaciones con personas que enriquecen tu vida con perspectivas diferentes, desde cómo cocinar algo hasta una nueva forma de ver las cosas.

 

¿Por qué decidiste realizar el Máster en Innovación y Gestión de Restaurantes?

Al final decidí estudiar este Máster porque me parecía que completaba muy bien los conocimientos más operativos que ya tenía. Cuando leí el temario me encantó, así como la modalidad de que cada clase/ tema era presentado por un experto del sector. Pero al final lo que me hizo decidirme fue la parte de la innovación, porque creo que algo que siempre se necesita es ese factor transformador, que logra que conceptos e ideas buenas trasciendan y se vuelvan icónicas, por lo que quería aprender de los éxitos de otros.

 

Realizaste tus prácticas en Ansón y Bonet ¿cómo te decantaste por el mundo de la consultoría?

Desde que empezamos con el Máster me enamoré de todas las clases de números, marketing, gestión de RRHH, gastronomía, servicio y realmente no me podía decantar por algo en específico. Y eso es lo que me encanta de la consultoría, porque te permite ser un todólogo, siempre tienes que saber y ver un poquito de todo.
 

Llevas un año trabajando en Ansón y Bonet ¿cómo has vivido el salto de las prácticas a tu incorporación como profesional en la empresa?

La verdad es que he sido muy afortunada de estar desde el inicio en una empresa que me permitió participar y aportar en todos los proyectos. En Ansón y Bonet se valora la perspectiva que puedes incorporar en los nuevos proyectos y conceptos, por lo que desde el día uno estuve muy involucrada en todo. Realmente no sentí ese salto de prácticas al estar contratada. Lo que sí debo decir, es que cada vez aprendo más, me siento más segura liderando los proyectos y tomando determinaciones en pro de los mismos, pero todo se debe al gran apoyo del equipo y del liderazgo por parte de Alejandra y Miguel.
 

Actualmente eres Project Manager, ¿en qué consiste tu día a día?

Cada día es algo nuevo, depende de los proyectos que tengamos en marcha, pero por eso es que me encanta.

Si se trata de un nuevo proyecto entonces siempre partimos de un brief con las necesidades del cliente. Empezamos haciendo un estudio de tendencias y referencias enfocadas en el concepto que desarrollaremos, buscamos cosas que nos inspiren, y que nos den una idea de lo que está funcionando en España, pero también en el resto del mundo. Hacemos estudios de mercado y de campo desde una visión muy de negocio analizando la oferta, la experiencia, la comunicación entre otros. Pero los días más divertidos son cuando todo aterriza en el concepto, porque es cuando dejamos libre a la creatividad y creamos algo nuevo que cumpla con todos los objetivos de nuestros clientes. Después otra parte de nuestro equipo se encarga de la ejecución de ese concepto coordinando a todos los partners desde el branding, el espacio, la comunicación, la constructora y otros que están involucrados en la puesta en marcha. Y al final siempre es muy gratificante ver cómo la idea cobra vida.

 

Un consejo para los futuros alumnas y alumnos que nos leen

El Máster no es solo las clases que tomas. Es todo el compendio de conocimientos que se pueden adquirir al coincidir con personas que tienen los mismos intereses, por qué no importa cuál de donde o de qué tan lejos vienen, todos han decidido darse el tiempo para aprender, compartir, y disfrutar de algo único. El Máster aporta una nueva forma de ver las cosas, pero está en cada uno el cómo aplicar esos conocimientos. Y no hay que olvidar que el Máster se toma en el Basque Culinary Center que está en una de las ciudades más lindas del mundo, y que solo tener la oportunidad de vivir, comer y disfrutar San Sebastián no tiene comparación.