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Experiencias

¡Nuestros alumni por el mundo!

Son muchos los alumnos que tras haber pasado por nuestras aulas y talleres, han encontrado diferentes oportunidades laborales y vivido experiencias únicas. Algunos han creado sus propios negocios, otros han encontrado empresas en las que desarrollar proyectos muy interesantes e incluso algunos han sido reconocidos en diversas competiciones gastronómicas.

Los logros de nuestros alumni, lo son también para Basque Culinary Center. Aquí podrás conocer algunas de las experiencias que están viviendo.


La experiencia de Adrián García

Máster en en Sumillería y Enomarketing

"Tuve el privilegio de tener unas profesoras estupendas, que sacaron lo mejor de mí"

La experiencia de Adrián García

¿Qué es lo que más te apasiona del mundo del vino y qué te lleva a embarcarte en este sector?

El mundo del vino engloba diferentes disciplinas, que juntas conforman un todo, una forma de entender la vida. Es la unión de ciencia y humanidades, la unión de diferentes áreas como: geografía, geología, química, botánica, física, letras, historia, arte, e incluso interpretación si trabajas de cara al público, todas se sintetizan en el servicio y degustación de una copa o botella de vino. Soy bastante inquieto, al que le gusta saber de todo y de nada, por eso fue el camino de reencuentro conmigo mismo.

¿Cuál ha sido tu experiencia tras tu paso por el Basque Culinary Center? 

Tenía muy claro desde el primer momento que el BCC me abría las puertas de sitios en los que de otra forma, me habría sido más complicado entrar. El Basque Culinary Center desarrolla el potencial de aquellas personas que de verdad tienen las ganas y el tesón de llegar lejos y conseguir sus metas. Viví la experiencia al máximo, aprendí día a día, me empapé de la ciudad, de sus calles y su gente, hice amistades y cree un vínculo eterno con la cultura vasca. 

¿Qué te motivó a estudiar el Máster en Sumillería y Enomarketing? 

Como ya he comentado anteriormente, tenía muy claro a dónde quería llegar, cuánto quería aprender, sabía que si daba el 150% de mí, podía conseguir cualquier cosa. Tuve el privilegio de tener unas profesoras estupendas, que sacaron lo mejor de mí.

¿Qué retos asumiste en tu paso por el Celler de Can Roca, qué aprendizaje te ha dejado esta experiencia?

Todos. Aprender, aprender y aprender, cada día, en cada servicio, con cada cliente, con cada compañero o compañera de trabajo. Mi reto era convertirme en sumiller, entender mejor el vino, entender mejor a las personas, entender el funcionamiento de un restaurante de este nivel y multiplicar mis conocimientos. Creo que todos esos retos los he conseguido y estoy orgulloso y contentísimo de haber llegado a esta etapa del camino.

¿Cómo has llegado a ser Sommelier en el restaurante de Martin Berasategui?

Por casualidades de la vida. Conocí a los antiguos Sommeliers en el Basque Culinary Center cuando vinieron a darnos una ponencia. Cogí el mail de Joan Casajuana y cuando me enteré de que dejaban el restaurante les mandé mi currículum. Todo fue bastante rápido, quería volver a Donostia, quería embarcarme en esta nueva aventura y no lo pensé.