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Experiencias

¡Nuestros alumni por el mundo!

Son muchos los alumnos que tras haber pasado por nuestras aulas y talleres, han encontrado diferentes oportunidades laborales y vivido experiencias únicas. Algunos han creado sus propios negocios, otros han encontrado empresas en las que desarrollar proyectos muy interesantes e incluso algunos han sido reconocidos en diversas competiciones gastronómicas.

Los logros de nuestros alumni, lo son también para Basque Culinary Center. Aquí podrás conocer algunas de las experiencias que están viviendo.


La experiencia de Valentina Lorieto

Máster en Pastelería de Restaurante y Cocina Dulce

"Todo cambio conlleva un riesgo, yo lo afronté y me alegro de haberlo hecho"

La experiencia de Valentina Lorieto

 

¿Cuál ha sido tu experiencia tras tu paso por el Basque Culinary Center?

Mi paso por el Basque Culinary Center ha marcado un antes y un después en lo que tiene que ver con mi vida profesional y personal. El Máster de Pastelería de Restaurante y cocina dulce me dio conocimiento con fundamento, el entender el porqué de los procesos y cómo obtener un resultado buscado. Me abrió la mente, trabajando la creatividad, con nuevos ingredientes, técnicas y trabajando en equipo con compañeros de diversas nacionalidades lo cual me enriqueció tanto en lo académico como en lo personal.

Todo ello me preparó para enfrentarme a una experiencia profesional muy exigente y me permitió desempeñarme con éxito en el más alto nivel de la gastronomía. Fue una experiencia positiva y motivadora desde todo punto de vista.

 

Te has formado como Bióloga primeramente, ¿Qué te lleva a cambiar de carrera profesional?

Sí, aunque mucha gente se sorprenda soy licenciada en biología. Estudié en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República en Uruguay, y me recibí en el año 2009.

No hubo un punto de inflexión en particular, fue pasando de a poco, sin ser demasiado consciente del cambio que se vendría. Siempre me gustó cocinar, desde ayudar a mi madre en la cocina hasta preparar cosas dulces y compartirlo con familia o amigos. La biología siempre me pareció y me parece una disciplina maravillosa, pero años después de haber terminado la carrera y trabajando en la Universidad, sentía que algo me faltaba, así que empecé en mis tiempos de ocio a estudiar cocina y pastelería.

Hacía un tiempo que me “picaba el bichito” de hacer algún curso fuera de Uruguay, concretamente en España y me puse a investigar seriamente donde podría hacer un curso interesante y que me valiera la pena el cambio. Y fue cuando conocí el Basque Culinary Center. Todo fue muy rápido, me postulé al Master de “Pastelería de Restaurante y Cocina Dulce” a finales de julio y después de un mes me contestaron que habían aceptado mi candidatura, eran solo 15 vacantes así que me considero una persona afortunada. ¡Todo cambio conlleva un riesgo, yo lo afronté y me alegro de haberlo hecho!

 

¿Qué te motivó a estudiar el Máster en Pastelería de Restaurante y Cocina Dulce?

Habiendo estudiado tanto cocina como pastelería me fui dando cuenta de que la pastelería me gustaba más, por eso al tomar la decisión estudiar fuera, siempre tuve claro que sería un curso de pastelería. Cuando comencé a buscar un curso para hacer, quería que no sólo me enseñara recetas y cómo ejecutarlas, sino que me enseñara el porqué de las cosas, que me diera fundamentos y estos autonomía. Quería algo más que un curso de pastelería que se encuentra en muchos centros de gastronomía. Creo que mi formación científica hace que siempre tienda a buscar una explicación a las cosas y un porque, para que tenga un sentido y una coherencia en lo que hago. Al encontrar la propuesta del Máster de Pastelería y cocina dulce consideré que había encontrado lo que buscaba, me postulé, lo hice y no me equivoqué.

 

¿Cómo llegas a ser la jefa de pastelería del Sant Pau de Carme Ruscalleda?

No fue apenas entrar, el primer paso fue empezar a trabajar allí, no lo busqué específicamente sino que se dio. En el restaurante estaban necesitando un pastelero y yo justo había finalizado mis prácticas en la pastelería donde las hice en “Dolç” para Yann Duytsche. Mi paso por la pastelería y el trabajo con Yann me hicieron aprender demasiado y llenarme de ganas de seguir formándome y aprendiendo y es cuando hablé con él y le comenté de mi interés en quedarme en España para continuar aprendiendo y trabajando en el oficio. A los pocos días me llamó y me comentó que el jefe de pastelería del Sant Pau, en ese entonces, Miquel Antoja necesitaba un pastelero durante los meses de setiembre y octubre, antes de finalizar la temporada de verano. No lo dudé y envié mi curriculum de inmediato. A la semana siguiente, me mudé a San Pol de Mar, donde se encuentra el restaurante Sant Pau y comencé a trabajar con ellos. Antes de finalizar la temporada de verano me dijeron si me quería quedar a trabajar en la próxima y acepté, un año después Miquel se fue y me quedé como jefa de la pastelería del Sant Pau y pasé a formar parte del equipo de dirección del restaurante.

 

¿Cuáles han sido los retos más importantes que has tenido que afrontar en tu actual posición?

El Sant Pau ya cerró sus puertas, pero trabajar de la mano de Carme Ruscalleda fue el primer gran reto además de un privilegio, teniendo en cuenta que era mi primera experiencia profesional en un restaurante. Entender que no hay que conformarse, siempre se puede dar un poco más y alcanzar un resultado aún mejor.

Estando al frente de la pastelería uno de los retos más difíciles o en los que sentía más responsabilidad a la hora de hacerlo era cuando cambiábamos el menú. Diseñar y llevar a cabo los postres de un restaurante de ese nivel para mí era un reto muy importante y una responsabilidad aún mayor estar siempre al más alto nivel.

La perseverancia, el no conformarse, buscar la excelencia y estar convencida que cuando algo se quiere hay que trabajar para lograrlo. Me considero una persona autocrítica, perfeccionista y meticulosa pero estos años en el Sant Pau elevaron mi nivel en estas características.

De la mano estaba el reto y la responsabilidad de volcar y enseñarles todo a los estudiantes que venían de prácticas que deben aprender y en simultáneo estar al nivel de exigencia de un 3 estrellas. Eso también era un gran reto diario.

Tener regularidad, ser constante y transmitirlo es siempre un reto donde estemos trabajando.

 

 ¿Cuáles son tus planes profesionales a futuro?

No me gusta planificar demasiado a largo plazo. Desde mi llegada a España todo se fue dando sin planificarlo demasiado y creo que hasta ahora ha sido la fórmula en la que me he sentido más cómoda. Esta profesión es bastante dinámica por lo que hoy estás en un sitio y mañana puede ser que estés en otro.

Los planes son siempre hacer algo en lo que me sienta identificada, continuar haciendo cursos de formación porque siempre podemos aprender cosas nuevas nunca dejar de sorprendernos ni de aprender.

Actualmente estoy embarcada en un nuevo proyecto, en Barcelona que tiene muchas vertientes nuevas para mí, así que si de continuar aprendiendo se trata, ese es mi plan.