¿Cuál ha sido tu experiencia tras tu paso por el Basque Culinary Center?
En mi último año del Basque Culinary Center me fui a Harvard University a desarrollar mi proyecto final de carrera. Una vez terminado el proyecto, me contrataron para llevar a cabo una investigación científica relacionada con el análisis de un ingrediente que encontramos en las tablas babilónicas. Al mismo tiempo que he estado investigando, he estado trabajando en paralelo como profesora adjunta para la asignatura de Ancient Lives y de Science&Cooking en Harvard.
Ancient lives es una asignatura diseñada para enseñar a entender la evolución del ser humano a través de distintas perspectivas. En Ancient Lives me encargué de llevar el Assignment de alimentación en el pasado y de organizar distintos eventos relacionados con ello. En Science&Cooking me encargaba de colaborar en la gestión del laboratorio y de coordinar las ponencias de la asignatura.
¿Cómo llegaste a realizar tu trabajo de fin de grado en Harvard?
En mi último año de carrera se estableció un convenio con Harvard y surgió la oportunidad de colaborar en un proyecto que mezclaba distintas disciplinas. El proyecto abarcaba antropología, ciencia, cocina e historia; consistía en la reinterpretación de las recetas de las tablas Babilónicas. A priori, me pareció un proyecto un tanto retador y complejo, pero decidí que podía ser una gran oportunidad para investigar en un campo hasta entonces desconocido para mí en el que había mucho por hacer. A través de ese proyecto, pude realizar junto con el equipo de investigadores una conferencia en New York University, publicar un artículo científico que saldrá en breve y conseguir una plaza para trabajar en Harvard.
¿Qué retos has tenido que afrontar a la hora de desempeñar tus funciones actuales en Harvard? ¿Y cómo las has llevado a cabo?
Harvard en sí ya es un reto, estar en una de las universidades mas reconocidas mundialmente, es una presión constante. Los procesos para llevar a cabo tanto investigación como docencia son muy rigurosos y constantemente están en la búsqueda de la excelencia.
En mi caso, dar clase en Harvard también ha sido un gran desafío ya que las dos asignaturas en las que estaba involucrada pertenecían a la rama educativa de General Education, o eduación base, y los alumnos procedían de distintos itinerarios, edades y perfiles, con un nivel académico muy alto. Por tanto, requería trabajar duro para diseñar, planificar y organizar las clases. Sin embargo, creo, que estar en Harvard e ir superando esos pequeños retos, ha sido un proceso motivador y satisfactorio que me ha servido para aprender mucho a nivel personal y profesional.
¿Cuáles crees que son los desafíos relacionados con gastronomía e investigación científica?
En primer lugar, pienso que falta entender que la gastronomía, al igual que cualquier otra disciplina científica, es una ciencia que se puede cuantificar y analizar de forma científica. La metodología y los procesos utilizados por disciplinas como la química o la biología pueden extrapolarse a la gastronomía y puede ayudar a mejorar o avanzar en la búsqueda y el análisis de procesos, técnicas e ingredientes nuevos. Por otro lado, pienso que es importante contar con equipos multidisciplinares a la hora de desarrollar investigaciones científicas gastronómicas, ya que la gastronomía abarca distintos ámbitos y no se puede entender solamente desde una única visión.
¿Cuáles son tus planes profesionales a futuro?
En principio, mis planes de futuro es seguir trabajando en Harvard en docencia e investigación un año mas. A partir de ahí, todo es posible.