La experiencia de Juan Carlos Silva
Juan Carlos Silva fue alumno de la 2ª Promoción del Máster en Cocina, Técnica & Producto de Basque Culinary Center y a continuación se puede leer la entrevista que le hemos realizado donde nos cuenta su experiencia como Jefe de Partida en el Celler Can Roca.
¿Cómo has llegado a ser Jefe de Partida del Celler de Can Roca?
Estuve 4 meses como stager, una vez finalizado este período me ofrecieron trabajo y ya llevo dos años y medio como Jefe de Partida de Pescados.
¿Qué desafíos has encontrado en el camino?
En la Gastronomía no es cuestión de desafíos sino de emprendimiento y aprendizaje. No lo veo como un desafío, lo disfruto, me siento muy feliz y contento en una cocina y estar en el Celler de Can Roca es una alegría grande. En el camino hemos ido visitando países por las giras mundiales y por supuesto, es diferente en todo sentido trabajar en cocinas de otros países. En la cocina es clave el día a día y las mejores continuas, eso es muy importante. Hay que siempre prepararse como profesional y compartir eso con los compañeros y a los stagers nuevos.
¿Cómo ha influido su formación en Basque Culinary Center sobre tu experiencia profesional?
El BCC ha influido mucho en mi carrera, en mi experiencia laboral y personal. Uno invierte mucho tiempo y recursos para formarse y para progresar como profesional y persona. Cuando terminé el Master de Cocina, Técnica y Producto, tuve la oportunidad de estar en Akelarre 8 meses como stager y fue muy bueno el aplicar lo aprendido académicamente ya que es interesante aplicar el conocimiento adquirido y es una gran herramienta para el futuro. Me pareció un Máster muy interesante, ha sido y es muy importante. Creo que todo profesional debería invertir en si mismo para seguir creciendo.
¿Qué consejos podrías dar para alguien que quiera trabajar en un restaurante 3 estrellas Michelin?
En mi caso cuando emigré de Uruguay con una formación de base culinaria francesa y de Sommelier muy tradicional, y en ambos casos, es importante actualizarse constantemente. Nunca me imaginé trabajar en un restaurante de alta cocina o con estrella Michelin y menos aún en uno que ha sido el número 1 del mundo. Año tras año fui evolucionando en mi trayectoria desde cadenas internacionales, restaurantes familiares y tradicionales en otros países trabajando como Cocinero y en algún minuto también me dediqué a trabajar en otras áreas y eso también sirve mucho. Se suma la voluntad que uno tenga de progresar. Llegar a trabajar en un tres estrellas Michelin es un logro muy importante y la satisfacción que te entrega como profesional y persona es muy grande. Mi consejo es nunca bajar los brazos, ponerse objetivos claros y que nunca dejar de estudiar porque una persona bien preparada logrará todo lo que quiere.