¿Cómo nace Foodtographers? ¿Qué hacéis?

Fue en las prácticas del 2015, estábamos en tercero de grado, cuando nos inscribimos a un curso online de fotografía gastronómica impartido por Aiala Hernando, fotógrafa de reconocimiento internacional y de origen donostiarra. Fuimos realizando el curso en la distancia, desde Países Bajos (Pablo) y Suecia (Gabriela). Al volver a clase en Septiembre comenzamos a dar nuestros primeros pasos en el mundo de la fotografía alimentaria. Experimentamos junto con nuestros compañeros de clase y empresas que conocimos a través del BCC. Después de graduarnos y durante un tiempo compaginamos el trabajo en otras empresas con nuestro proyecto. Al final ocurrió lo inevitable y es que nos dimos cuenta que algo no acababa de encajar, debíamos dar el paso. Así que nos lanzamos al mercado como fotógrafos gastronómicos, en septiembre de 2016 fundamos Foodtographers, fue entonces junto con la web en marcha y mucho papeleo de por medio cuando se suma al equipo Aitor. En el día a día trabajamos fotografiando y maquillando alimentos para empresas del sector de la alimentación y la restauración. Cada vez estamos más contentos y seguimos sintiendo un cosquilleo dentro al ver nuestras fotos en todo tipo de lugares. Es algo verdaderamente gratificante.

¿Qué papel juega la fotografía en la gastronomía a día de hoy?

Pensamos que comer con los ojos es algo que lleva con nosotros desde siempre. Fotografía y gastronomía van de la mano, incluso la figura de un cocinero y la de un fotógrafo tienen muchas similitudes y en ambos casos creemos que se busca causar una emoción en el público. Hoy por hoy ya no se trata solo de captar una imagen atractiva si no de contar una historia que hable del gusto, del concepto o de la cultura gastronómica de un lugar.

Todos habéis hecho el Grado en Gastronomía y Artes Culinarias. ¿Qué influencia tuvo vuestra formación a la hora de emprender el proyecto?

El grado en gastronomía es más que cocina, y haber elegido la especialización en innovación, negocio y emprendimiento despertó en nosotros las ganas por trabajar sobre una idea propia y nos dio las bases para desarrollar nuestro propio modelo de negocio, todo ello sumado a los conocimientos culinarios que aprendimos han hecho que seamos diferentes frente a nuestra competencia y podamos aportar soluciones innovadoras a nuestros clientes. Estos conocimientos gastronómicos forman parte crítica en todos los proyectos.

Al haber hecho el mismo grado, tenéis una formación similar ¿Cómo os complementáis a la hora de trabajar en un proyecto?

Compartimos muchos conocimientos y tenemos perfiles similares, en cualquier caso las experiencias de cada uno durante las prácticas y nuestros trabajos posteriores aportan la diferencia y evita que nos solapemos, además cada uno es responsable y líder de su área. Tratamos también de formarnos cada uno en aspectos específicos del perfil y el puesto que desempeñamos (Home-economist, fotógrafo y Project manager).

¿Cuáles son vuestros planes a futuro?

Seguir con la misma filosofía de siempre, vivir el momento, disfrutar con los proyectos que nos llenan y seguir creciendo. A medio plazo concretamente estamos buscando un nuevo estudio un espacio donde llevar al siguiente nivel nuestra idea. Pero lo más importante, esperamos seguir conociendo a nuevas personas con proyectos interesantes y con ganas de hacer cosas diferentes.